Al tiempo que el Gobierno de NL en su nube energética permanece autista al derrumbe de precios del petróleo que inutiliza los elefantes blancos que a las premuras creó, como la Dirección de Inversión Energética, el Consejo de Aprovechamiento Energético y la Subsecretaría de Energía (cuyo titular, Rolando Zubirán, toca trompetas como si nada hubiera pasado y brinda alegres ruedas de prensa por un pretendido futuro energético de la entidad que supuestamente en breve nadará en dólares), la escena política luce por demás efervescente en reacciones inéditas a las débiles precandidaturas a la gubernatura que postuló el bipartidismo PRI-PAN que permea al estado.
Del desencanto y descreimiento partidista que Ivonne Álvarez (PRI) y Margarita Arellanes (PAN) provocaron en la clase política nuevoleonesa y en el electorado, da cuenta fehaciente el coqueteo con la idea de ganar la carrera por la gubernatura, presidencias municipales y hasta diputaciones, exhibido por una docena de aspirantes pretendidamente independientes.
Postulaciones hay desde institucionales como la sorpresiva y enigmática del rector del Tec que dijo que sí, luego que no, y después que a lo mejor; o particulares como el aspirante a la diputación por el distrito XVIII con cabecera en San Pedro que con una propuesta política puntual también desde su novatez aprovecha para llamar a los conciudadanos al amparo fiscal mediante su bufete jurídico; o el ex gobernador Elizondo que firmó con Movimiento Ciudadano con tal de no quedar afuera; o el ex munícipe de García —Jaime (a) El Bronco Rodríguez—, desdeñado por criterios de clase desde la élite del PRI, recordado por sus melodramáticos anuncios donde aseguraba que el bien se impone al mal y con presencia creciente en redes sociales; o políticos como Felipe de Jesús Cantú que buscan hacer la chica en el hándicap por la candidatura al interior de sus propios partidos. Incluso la CTM por algún desdén sentó a la directiva del PRI a renegociar con ellos para dar vía libre a Ivonne.
La debilidad de las precandidaturas PRI-PAN ha metido a la sociedad nuevoleonesa en un proceso inédito de empoderamiento político en rechazo y respuesta a la decisión cupular de dejar al gobernador Medina operar prácticamente todas las candidaturas. Reflejo a la vez de la debilidad creciente del primer dedo peñanietista quien no impuso a pesos fogueados como Ildefonso Guajardo, o de perdida a Cristina Díaz con mayor empaque político y trayectoria.
Merece atención la abortada postulación del rector del Tec que, sin embargo, sus operadores todavía pretenden reflotar en llamadas aseguradoras que no todo está decidido. Las chispas que emitió su perfil durante las escasas horas que duró la intentona abrieron posibilidades. A una parte de las clases regiomontanas medias y altas no les disgustó nada la idea y hasta la promovieron en redes sociales.
¿Qué significa que asome la cabeza y se deje querer por el electorado un rector de quien detrás está un poderoso grupo empresarial continental como lo es FEMSA? ¿Jugará esta IP regiomontana contras a la ungida por el gobernador Medina, quien para mantenerse en el puesto con su apoyo fue el que les regaló 180 hectáreas para un estadio, debajo del cual quedará completamente aprovechable bajo su dominio uno de los más grandes reservorios de agua del sur de Monterrey?
Por primera vez en su historia —sólo publicitariamente apolítica—, el Tec muestra a su rector David Noel haciendo política abierta desde la institución, algo que un código intramuros por décadas había prohibido a directivos, maestros y alumnos.