Un ‘eco’ al Milenio nonato

Si la alianza política entre las fuerzas de la oposición se malogró, no quiere decir esto que la sociedad mexicana se encuentre ayuna de otros procesos de parteaguas en gestación.

En las diferentes ramas de la actividad productiva, hoy en México se están moviendo sinergias que ya no solamente obedecen a signos económicos netos.

Hay cada vez, más interés en las diferentes capas sociales por participar en la discusión y la orientación del rumbo que toma el país. Ese es un ánimo constatable, aunque aparezca en ocasiones enturbiado por ciclos de escepticismo, y haya que lamentar, como sucede ahora, que las estructuras partidistas no lo reflejen, o lo aprovechen, a cabalidad.

El reflujo de las corrientes sociales que han producido los incipientes procesos de democratización de las últimas dos décadas, contiene dinámicas que una vez echadas a andar son impredecibles en las mareas que habrán de producir. Si los partidos no las contienen por ahora, no necesariamente están constreñidas a aparecer en ellos. De hecho hay signos que marcan en la sociedad nuevos derroteros, ligados estrechamente a la discusión pública del desplome que ha sufrido la calidad de vida de una mayoría de la población, al deslinde de las responsabilidades que en ello les tocan a gobernantes y funcionarios, y al abrir anchurosos caminos a las libertades civiles para definir mejor el rumbo nacional.

Es el caso de algunas empresas periodísticas, donde independientemente del lógico criterio de lucro con el que se instituyen, se permean también de abanderamientos cada vez más claros en causas nacionales plurales que se abonan desde el ensachamiento de la libertad de expresión, tal vez el insumo primario del desarrollo de toda sociedad por la vitalidad que proveé a la red de vasos comunicantes que la nutre.

En este orden de ideas habría que situar la oportunidad privilegiada de echar un vistazo al más reciente producto editorial, en gestación, del Grupo Editorial Multimedios -el diario Milenio-, que en unas semanas más verá la luz en la capital del país.

El suceso tiene relevancia pública por tratarse de un nuevo medio en prensa escrita que pretende tener cobertura nacional; por los significados y alcances  políticos que ello comporta; por la estatura de algunos de sus convocantes y por la calidad de la factura que éstos le piensan imprimir a su perfil.

En nuestro país, donde se dice que las tasas de lectores son todo menos altas, no deja de ser intrigante que a pesar de las crisis económicas, los tirajes y las apariciones de nuevos medios, hayan observado repuntes que alientan inversiones sorprendentes en éstas áreas.

Siguiendo a la revista Milenio que le da en cierto modo origen, Milenio -el diario- surge por ejemplo, a muy poco tiempo de que la primera ha consolidado un lugar en un mercado que antaño se pensaba monopolizado por Proceso, una revista señera en el rubro.

Corroborando que el sol sale para todos, los formatos frescos de la revista Milenio, el estupendo uso que hace de la fotografía editorializada, y algunas secciones vivaces y sólidas, amén de plumas muy reconocidas, han situado a la publicación dentro de las primeras del mercado.

Luego de apenas 115 números, un vástago de la revista, el diario Milenio, ya tiene perfiles y contornos definidos y se apresta todo un equipo de parto para empujarlo a la circulación y desarrollarlo. Convocados por Federico Arreola, los periodistas Raymundo Riva Palacio, Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva figuran en la terna de los tutores de cabecera del nuevo medio, a quienes auxiliarán en el siguiente nivel, una docena o más de connotadas figuras especializadas en reportaje, crónica, cartón, fotografía o crítica de cada uno de las fuentes en que se ha subdividido el periodismo para cubrir los hechos noticiosos.

Tan sólo por nombrar la nómina anterior, las lecturas de lo que puede significar este medio en el concierto periodístico mexicano, producirá reberveraciones en los ámbitos políticos y financieros, a donde su información estará dirigida de manera preponderante. Se trata en efecto, como ellos mismos lo vocean, del primer diario en el país en cuyos procesos de dirección y conducción, se verá el efecto del recambio a una nueva generación de profesionales de la información.

Una generación que en buena parte, se formó en los niveles inmediatos siguientes a los directivos, en revistas, periódicos y televisoras (Unomásuno, Proceso, El Financiero, Canal 40, etc.) que en su momento fueron hitos en la historia del periodismo mexicano contemporáneo. Muchos de ellos, operaron y  sostuvieron el devenir cotidiano de esas propuestas periodísticas. Otros crecieron sus talentos hasta el nivel de figuras insignes entre sus pares, en las columnas políticas por ejemplo. Ahora les toca proponer nuevas fórmulas de periodismo y dirigirlas.

Si tan sólo fuera por lo anterior, el futuro alumbramiento tendría augurios prometedores. Pero además, en las pruebas de ensayo que se están produciendo puede observarse que por fin el diseño gráfico y editorial de alta expresión han convenido en un matrimonio afortunado con la información. Los esponsales del atractivo visual con el texto no sacrificarán la profundidad de éste último mediante los consabidos artificios telegráficos (para supuestos lectores “on the run”) por el que otros medios han llevado al extremo de hacer padecer raquitismo a la información que proveen a sus lectores.

De ello se desprenden bloques de información que devuelven el placer de la lectura a piezas de información de extensión media, muchas de ellas en color,  atractivas, espaciosas, de buen ver. La maqueta diseñada para el diario Milenio dará sin duda un nuevo significado a la palabra “tabloide”.

Sin desmesura, con elegancia, el arte tipográfico se pone al servicio de unos cabezales que ajenos a la ortodoxia marcarán una nueva concepción en la manera de “cabecear” la información. Sin perjuicio de la objetividad, no se esconderá al lector con falsos pudores, lo que consistió en suma, el hecho del que se da cuenta.

Una ecografía es a no dudarlo, apenas un atisbo del producto que vendrá, pero a juzgar por su perfil, por el ánimo de sus creadores y los propósitos que los animan, el embrión que se vislumbra promete ser pronto un robusto medio que hará aportes a la salud pública del debate nacional, tanto como a la escuela del periodismo mexicano.   

Predicamentos en la cúpula

¿Qué exactamente comprometió el gobernador Fernando Canales, con la firma que estampó al ratificar la dación de patrimonio estatal como pago parcial de deuda pública,

Read more >